piterino: La vuelta al mundo

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Lugar: Almería, Almería, Spain

jueves, abril 26, 2007

Semifinales UEFA Champions League: Drogba y el fútbol en la pizarra.



Como era de esperar, la segunda semifinal de Champions nos deparó un duelo de corte radicalmente distinto al que vivimos en Manchester en la gozosa noche del martes. Con un alto y vibrante ritmo, el Chelsea ganó 1-0 al Liverpool en el enésimo pulso Mourinho-Benítez marcado, como casi siempre, por la fricción, el juego de contacto, el espectáculo físico y la obsesión por los movimientos mecanizados sin la pelota.

A Mou le faltaban Essien, Ballack y Robben, así que recurrió a Makelele para que guardase el sitio y dejase tocar a Mikel, y por delante Lampard ponía el derroche y Joe Cole la movilidad en un esquema flexible. Ferreira volvía al puesto de "2" y Shevchenko formaba ataque con Drogba.
En el Liverpool no había ausencias, salvo la lista de zurdos lesionados desde hace tiempo (Luis García, Kewell, Fabio Aurelio), y Benítez alineó a su talismán Arbeloa en el lateral derecho, Riise en el izquierdo, el trío Masche-Xabi-Gerrard con Zenden en la media, y Bellamy y Kuyt en punta, reservando de inicio a Crouch.

Cada vez que veo jugar al Chelsea (y lo hago casi siempre) me convenzo más: cuando tienen la pelota sólo distraen. Sus circulaciones, sus intentos de desborde, sus desmarques, ... Todo es fuego de artificio, todo se hace en espera de generar las posibles situaciones favorables a los enigmaticos folios verdes que maneja Mou en el banquillo. El balón largo a Drogba es el recurso más utilizado, y el marfileño trajo por la calle de la amargura a Agger, a cuyos centímetros había confiado Benítez la única variante que no cabía en su pizarra mágica. El central danés perdió todas y cada una de las pugnas cuerpo a cuerpo con Drogba y abrió una brecha en el entramado de los "reds" que dañó a todas las líneas.

Así, con una segunda variante tan difícil de prever como una salida desde atrás "made in Ricardo Carvalho" se gestó el único gol: arrancada del "Mariscal" luso, balón directo a Drogba que se deshace en dos maniobras de Agger y gol de Joe Cole llegando en diagonal antes que un desacertado Arbeloa. Parecida fue la génesis de cuatro llegadas más que hicieron al Chelsea merecedor del triunfo ,aunque Reina estuvo bien de reflejos y Kalou, que entró a refrescar el aatque en la segunda parte, mal en la última elección.

Por hablar de más nombres propios, soberbio Carvalho, decisivo Drogba, intrascendente Sheva; muy mal Mascherano, demasiado acelerado un Xabi Alonso que mereció la roja (parece que no se le olvida que Lampard le lesionó un día de Año Nuevo ...), sin apoyos un multiplicado Gerrard, desastroso Arbeloa, que no aprovechó la autopista que tenía por su banda (no había volante ahí y Ashley Cole se entretenía en seguir a Gerrard o cubrir la caída de Bellamy o de Kuyt).

Decidirán Anfield y, esperemos, el talento y el fútbol antes que la pizarra.
Fotos: Getty Images

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miércoles, abril 25, 2007

Semifinales UEFA Champions League: Kaká deleita y Rooney remonta.


Las semifinales de la Liga de Campeones se abrieron con todo lo que el exquisito paladar europeo podía exigir a estas alturas: dos equipos históricos, un escenario ideal, dos estilos opuestos, kilates de talento bien repartidos y dos propuestas en torno a la pelota.

Desde el principio se sabía que la clave de la lucha estaría en el ritmo. Cuanto más rápido latiera el partido, más sangre bombearía el Manchester United, y cuanto más pausado rodara el balón, más tranquilo estaría el Milan. Así que la pelota no sabía a qué atenerse y terminó por abandonarse a los dos ritmos según quien la tuviera.
Ferguson y Queiroz apostaron por una media poblada para tratar de superar la superpoblación de centrocampistas del esquema de Ancelotti. Con la velocidad de circulación y de movimientos, los cambios de banda de Giggs y Ronaldo y la marca al hombre de Scholes sobre Pirlo creyeron que sería suficiente para que el ritmo fuera el que les interesaba. Las bajas atrás les condicionaban (lesionados Ferdinand, Vidic y Neville, Evra jugó "tocado") pero planearon que, presionando muy arriba y con la ruta marcada en la zona ancha, sufrirían poco en el fondo.
Ancelotti repitió equipo y esquema, el que le dio el pase en Múnich, con Gattuso y Ambrosini escoltando a Pirlo, Seedorf y Kaká con libertad detrás de un Gilardino únicamente ocupado en distraer y abrir espacios.

Las piezas se dispusieron así sobre el tablero, pero afortunadamente el fútbol es casi todo menos pura mecánica. Un error de Dida (uno más, y van ...) puso en ventaja al ManU antes de que hiciera verdaderos méritos para ello y el Milan pasó un rato complicado ... hasta que Seedorf y Kaká se encontraron. En uno de tantos espacios generados por Gilardino, el holandés videnció su gran momento y sirvió a Kaká para que demostrase a Old Trafford y a toda Europa la elegancia de su zancada.
Los ingleses transmitían fuerza y emoción en sus acometidas, pero el Milan tuvo la cabeza más fría en el primer tiempo, a pesar de que Pirlo correteaba intentando burlar a su "sombra" Scholes. La inteligencia de Seedorf y la garra de Gattuso sostenían a los "rossoneri" por el medio y entonces Kaká nos regaló uno de esos momentos históricos, que siempre será recordado en los anales de la Copa de Europa: un golazo con una varita mágica, que convirtió un pelotazo sin sentido y en desventaja en una finalización de etiqueta, con los tres defensas que le llevaban ventaja rodando por el suelo. ¿Cómo lo hizo?

Las lesiones de Maldini y Gattuso resquebrajaron al Milan en la segunda parte, justo cuando el líder de la Premier empujó mas, hasta limitar el partido a al mitad del campo: Scholes empezó a participar entre líneas, Carrick se adelantó porque Brocchi salió descolocado, y cada balón al área italiana era una moneda al aire; sin Maldini a su lado, Nesta sacó a relucir sus carencias de mando (para las carencias de marca, ver el 3-2), Bonera fue un desastre en casi todo, los rechaces siempre se perdían, y conectar con el genio de Kaká era ya imposible.
El Manchester United terminó ganando un partido épico, bonito, bien jugado, con dos goles de Rooney tras magníficos pases de Scholes y Giggs. Hoy, Chelsea- Liverpool: épico y bien jugado será seguro; lo de objetivamente bonito no lo podemos asegurar.
Foto: AP

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lunes, abril 23, 2007

Perdonar la vida.


Alivio mayestático han debido sentir los jugadores y seguidores del Manchester United al ver cómo el Chelsea desperdiciaba ayer la inesperada ocasión de colocarse tan sólo un punto por detrás a falta del decisivo duelo de Stamford Bridge. La Premier vivirá un desenlace de infarto por arriba, salvo triunfo mancuniano en el feudo de Mourinho, pero también por abajo, donde la victoria del West Ham y los empates del resto implican hasta a cinco equipos en la lucha por eludir la compañía del Watford hacia First Division.

Las bajas mantenidas en el tiempo se notan a la fuerza a medio plazo, y el ManU pagó además los frentes abiertos (Champions y FA Cup) y la carga física y psicológica de partidos. El tempranero gol de Richardson ante la visita del Boro relajó en exceso al líder y los de Southgate se subieron a las barbas. Viduka empató, Ferdinand se lesionó (ojo, porque Ferguson ya tiene toda la zaga titular lesionada de cara a la eliminatoria con el Milan) y el planteamiento de Southgate sorprendió, pues salió por primera vez con dos puntas en una plaza complicada. La segunda parte fue un quiero y no puedo del ManU, con un Ronaldo desaparecido por primera vez en muchas semanas y un Rooney desacertado y empeñado en hacer la guerra por su cuenta. Si el árbitro pita ese penalti sobre Lee Dong-Gook ...

Pero llegó el Chelsea a Newcastle y no pudo ganar, donde tampoco lo hicieron Manchester United, Arsenal ni Liverpool. Las “urracas”, sin sus dos irlandeses (Duff ante sus ex y Given en portería), plantearon un partido duro, físico, de choque, contra quienes mejor se desenvuelven en esas latitudes, pero no se arrugaron, concedieron muy pocas opciones a balón parado y Roeder movió bien sus piezas y su banquillo. En el Chelsea, Essien jugó de central y perdió el sitio demasiado, mientras que Makelele evidenció su baja forma unas emana más. Joe Cole tuvo en sus botas el tradicional gol milagroso del Chelsea, ése que tantos partidos le ha sacado adelante a Mourinho, pero esta vez el balón se fue fuera por poco. Ballack se tuvo que marchar lesionado en la primera parte y los problemas para Mou de cara a las semis europeas con el Liverpool crecen, pues Robben y Carvalho parecen bajas seguras.

Un Liverpool que ganó haciendo lo justo al Wigan en Anfield. Y eso que los “Latics” se juegan nada menos que la salvación, pero parecen haber olvidado la frescura y atrevimiento con que sorprendieron el año pasado (bajas como Bullard, Chimbonda o Roberts también ayudan en ese sentido). Paul Jewell tenía una ocasión de oro de sumar en Anfield ante un Pool preocupado por el partido de Champions del miércoles y en el que Benítez reservó a Gerrard, Mascherano y Agger; pero inundó el campo de medios trabajadores y zagueros y colocó a Heskey solo en punta, como confiando en sus ansias de revancha más que en la velocidad que dejó en el banquillo, con Camara y Aghahowa.
Un doblete de Kuyt les ajustició. Otro detalle: Benítez cambió de banda a los volantes, y así Pennant estuvo en la izquierda, desde donde sirvió el 1-0, y Mark González jugó por la derecha. Rafa siempre tiene un as bajo la manga.

Derbi con ritmo y momentos de buen juego ofrecieron en White Hart Lane Tottenham y Arsenal. Wenger apostó de inicio por tener más velocidad en zona de ataque y fuerza en el medio y así alineó a Hleb, Ljungberg y Rosicky por detrás de Adebayor, con Diaby fortaleciendo el pivote junto a Gilberto y Cesc en el banquillo.
La apuesta no le salió del todo bien, pues los Spurs marcaron en un córner y tuvo que dar entrada a Cesc para recuperar la pelota y remontar. Tourè primero, quien las pasó canutas con el gran Berbatov, y Adebayor después dieron la vuelta al derbi londinense en una buena segunda parte de los “gunners” bajo la batuta de Fábregas. Pero cuando mejor se plantó el Arsenal, teniendo y moviendo la pelota y jugando a placer, llegó el disparo de Jenas y las tablas finales, que sirven a ambos, pues Bolton y Everton perdieron.

La parte baja de la tabla está que arde, con cinco equipos, Fulham, Wigan, Sheffield, Charlton y West Ham en sólo cuatro puntos a falta de tres partidos. Los “hammers” siguen con un hilo de vida tras ganar al Everton en un partido de infarto con otro gol de Bobby Zamora. La lesión al inicio del partido de Andy Johnson y la suplencia de Manuel Fernandes mermaron a los “toffees”. Charlton y SheffU empataron en un duelo dramático en The Valley que puede condenar a los dos si el West Ham sigue remontando. Y, por último, el Fulham no pasó del empate en casa ante el Blackburn pese a adelantarse pronto con tanto de Montella, y la reacción esperada tras la llegada al banco de Lawrie Sánchez sigue sin producirse. Pese a todo, tienen equipo para ganar un partido y olvidarse de este gris y peligroso año.

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jueves, abril 19, 2007

El final que merece.


Como no podía ser de otra manera, este Scudetto desangelado, desvirtuado y desangrado no vivirá un desenlace de pasión. El Inter jugaba ayer en casa, ante su más inmediato perseguidor, la Roma, con la oportunidad de ganar la Serie A matemáticamente con seis jornadas de antelación. Como líder invicto, absoluto y dominador, todo estaba preparado para la gran fiesta del título ... pero el Inter sacó a la luz sus defectos ocultos (o, para algunos, su histórica mentalidad perdedora) por primera vez en su país y aplazó los fastos para mejor ocasión. El Scudetto es suyo, pero no les vamos a admirar ni por la forma de sellarlo.
Mancini alteró la hoja de ruta por el medio y unas trazas de falta de ambición decidida (idénticas a las que vimos en Mestalla en Champions) hicieron el resto; renunció a los tres medios y dio entrada a Stankovic y Figo junto a Cambiasso y Zanetti, en un ofensivo intento de dotar a la línea de dinamismo y llegada. Pero el tiro le salió mal. De Rossi y Pizarro hicieron un gran partido y dominaron la zona ancha desde el principio. Sin balón, el Inter sufre, y sin referencia clara en ataque del rival, su defensa también.
La primera mitad fue romanista y al filo del descanso Perrotta marcaba un merecido gol. Trefoloni echó una mano a los preparativos inventándose un penalti que permitió a Materazzi empatar y sólo entonces Mancini dio entrada a Dacourt y buscó ganar por aplastamiento, ya sin Adriano y con Cruz en punta junto a Ibrahimovic. Pero Spalletti demostró que lo de Old Trafford fue un doloroso accidente, la Roma no sufrió y ganó el partido con un gol de falta de un renqueante Totti, completado con otro de Cassetti en el alargue.

Ya está en "zona Champions" el Milan, después de golear 2-5 al Ascoli en otra muestra del bajísimo nivel del campeonato. Em la primera media hora, el Milan ya había logrado cuatro goles, pero antes del descanso concedió dos a un equipo impropio de una Serie A que acusa bajas como las de Tosto, Quagliarella o Budan. Una gran arrancada de Ronaldo, que terminó en penalti, fue lo único rescatable del brasileño y casi de un partido amistoso.

Esta atípica jornada italiana correspondía a la aplazada por los gravísimos incidentes del Catania-Palermo de hace unos meses, y ha perjudicado a los dos equipos: los de Guidolin son quintos y el sueño de la Liga de Campeones se esfuma, y el Catania se aproxima al descenso y se convierte, dada su cuesta abajo evidente, en candidato a ello. Porque por detrás empiezan a apretar: nueva victoria en casa del Parma de Ranieri con dos goles de Giuseppe Rossi, Amoruso y Bianchi siguen tirando de la Reggina (en ausencia de Foggia, el otro bastión en ataque) que se salva sí o sí, y el Chievo, que a veces transmite la sensación de que ni siente ni padece, salvó un punto en el Olimpico y frena la gran racha de la Lazio.

Un último párrafo añadido por tratarse de un miércoles inusualmente cargado de partidos domésticos. La Premier tuvo choques aplazados y jugaban casi todos los grandes: el ManU ganó sin despeinarse al Sheffield pero sufrió otra baja atrás, la de Evra, que se une a las conocidas de Vidic y Neville, más la de Saha, en el momento decisivo de la temporada y con los duelos directos con el Chelsea a la vuelta de la esquina. Carrick, que sigue congraciado con el gol, y Rooney no dieron opción a la sorpresa; el Chelsea machacó al West Ham en Upton Park y casi condena a los "hammers", el Liverpool prolonga el fortín de Anfield ante un ultradefensivo Boro y el martes el Arsenal había ganado al Man City con otro gol de Cesc, más adelantado por las lesiones en ataque que han obligado a Wenger a meter un tercer medio centro, esta vez Diaby.
El Lyon emulando al Inter (si ganaba en casa al Rennes, era campeón) y un amistoso de Argentina, con los jugadores "locales", sin goles ante Chile fueron otros centros de interés. Basile confió en una media Ledesma-Belluschi-Sosa-Montenegro que empezó con fuerza pero no se supo imponer. La pareja "Principito"-"Rolfi" me hizo soñar, pero acabaron defraudando. Otra vez será.
Foto: Portada Corriere dello Sport

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sábado, abril 14, 2007

La Champions se decide: Cuartos de final.

VALENCIA 1- 2 CHELSEA


Pocos lo han resaltado, pero la eliminatoria fue una nueva demostración de que Mourinho sigue siendo el más listo en la lectura de los partidos sobre el terreno. Se equivoca en alineaciones, no termina de acertar con la política de bajas, ... pero decidiendo sobre la marcha es único.
Empezando por la titularidad de Obi Mikel, continuando con los movimientos de Shevchenko y por fin con el cambio de Essien al lateral frente a Silva y Del Horno.
El Valencia tuvo la eliminatoria cerca de la sentencia tras el 1-0 de Morientes, pero no pudo o no supo cerrarla. Con los dos pivotes incrustados en su campo, jugadores cansados y Villa anulado por aislamiento, al planteamiento de Quique le sobraron 45 minutos y el Valencia quedó fuera de manera dolorosa en el descuento. Pero desde hacía varios minutos las sensaciones, siemore buenas consejeras, apuntaban en ese sentido.


LIVERPOOL 1- 0 PSV


Todo había quedado decidido con el 0-3 del Philips Stadium, con aquella exhibición de fuerza, despliegue y pegada del Liverpool ante un mermado PSV. Aún con bajas (Álex, Afellay, Kromkamp, ...) y con una defensa de circunstancias, ni siquiera Koeman confiaba en el milagro, y Benítez reservó a Gerrard, Carragher y Mascherano para compromisos venideros.
Un par de acciones de Farfán en los primeros minutos hicieron creer que podría abrirse la eliminatoria, pero fue un espejismo. Crouch sentenció en la segunda parte (y sigue sumando goles europeos) y la pareja Hyypia-Agger no terminó de asentarse. Rafa, detrás de los pasos de Fagan, con un equipo mucho más fuerte que en 2005: candidato claro.


MANCHESTER UTD. 7- 1 ROMA


Un espectáculo tan inusual en los tiempos que corren que acaso lo más recomendable sea grabarlo en vídeo y disfrutarlo en alguna tarde de melancolía. La Roma vivió una auténtica pesadilla de la que tardará tiempo en despertar. Toda una exhibición del ManU de Ferguson en su versión más perfecta y avanzada; fútbol vertical, de combinaciones explosivas, de voracidad atacante, una mezcla de velocidad y precisión que mantiene a Europa boquiabierta varios días después. Giggs y Cristiano Ronaldo (sí, otra vez él) contagiaron a todos sus compañeros y en veinte minutos le habían hecho ya tres goles a la Roma. Carrick se multiplicó ante la baja de Scholes e hizo dos golazos, y no se pudieron notar las ausencias atrás de los ingleses.
El único consuelo para la "squadra giallorossa" es que casi cualquier equipo que hubiese tenido la desgracia de pasar por allí el martes se habría llevado un revolcón similar.


BAYERN 0- 2 MILAN


De todas las resoluciones imaginadas de esta vetusta eliminatoria, vimos la menos esperada: dos detalles de Seedorf casi seguidos acabaron con un Bayern físicamente superior y con pinta de semifinalista. La baja de Schweinsteiger restaba a los alemanes vigor y dinamismo en la media, pero un par de jugadas iniciadas por Ottl y Van Bommel recordaron a todos la endeblez milanista cuando un balón sobrevuela su área. Entonces apareció Seedorf, marcando un gran gol de jugada personal y asistiendo de precioso taconazo a Inzaghi (en fuera de juego) casi en la jugada siguiente. Y el Bayern se encontró con una losa y toda la experiencia del Milan enfrente.
Resulta difícil criticar más a un técnico que a otro; Ancelotti salió con un 4-5-1, con Inzaghi solo en punta (en detrimento de Gila) y con Kaká nuevamente confinado en la izquierda y obligado a inventar jugadas individuales cercanas al prodigio (hizo una, por cierto, ...); peor parece lo de Hitzfeld. De su terquedad para no alinear a Pizarro uno se cansa de hablar, pero quitar del campo a Ottl para dar entrada a Santa Cruz en el descanso condenaba a una eliminación casi segura a los muniqueses.

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lunes, abril 09, 2007

Carvalho y el Pompey incendian la Premier.






Tras varias semanas de “parón”, retomo la costumbre de los resúmenes semanales, con la intención de hacer lo propio con las competiciones europeas, añadiendo la ida, que quedó en el tintero.

La Premier se pone preciosa en el momento decisivo de la temporada; el resbalón del ManU, que muchos veían venir tras sus afortunadas victorias en Anfield o Craven Cottage, se produjo en Fratton Park, ante un Pompey que se limitó a juntar líneas, atar en corto el buen momento de Ronaldo, y aprovechar el retorno de las concesiones defensivas a la línea de retaguardia de Ferguson. Entre Van der Sar y Ferdinand (siendo ventajista, insisto en su sobrevaloración) regalaron dos goles absurdos, y esta vez el amago de gol salvador de O´Shea se quedó en eso, en un amago. Para que fuese algo más, necesitaba tener enfrente a un James en su versión más “Calamity”, lo que, siendo justos, ocurre muy de cuando en cuando desde que se asentó en la meta del Pompey. La baja de Vidic ha servido para recordarnos una vez más que los nombres propios, en determinados aspectos del juego, tienen mucha importancia, y la defensa del Manchester United ha empezado a recordar tiempos peores sin el serbio.
A tres puntos está ya el Chelsea, cuando sólo quedan siete días para el crucial duelo de Stamford Bridge (eso sí, con otra jornada de por medio que se juega hoy). Pasito a pasito, haciendo menos ruido que nunca y con la mayor sensación de vulnerabilidad de la “era Mou”, el Chelsea ya está aquí, y el otrora imparable ManU tiembla de verdad.
Inmerso en una dura eliminatoria con el Valencia, el equipo “blue” solventó un complicado derbi en casa ante el Tottenham, que había jugado UEFA en Sevilla menos de 48 horas antes. A base de empuje y balones al área, el Chelsea fue algo superior hasta que Carvalho, el mejor del partido, sorprendió una vez más con una arrancada desde el fondo con el balón controlado, sólo que esta vez le dejaron avanzar más de la cuenta y se sacó un disparo lejano que sorprendió a Robinson. Como el gol valí amucho y faltaba poco para el martes, Mourinho tocó a repliegue y los Spurs estuvieron cerca de empatar en un par de ocasiones. Esperemos que se acabe la aventura europea de ambos esta semana.
El West Ham continúa adelante con su particular milagro, y ya está a dos puntos de la salvación tras ser el primer equipo en profanar el Emirates. El partido que tantas veces hemos visto del Arsenal en casa este año terminó, por primera vez, en tragedia. El dominio, la circulación y las llegadas de los “gunners” no encontraron el camino del gol para remontar el tanto de Bobby Zamora, y la cuarta plaza podría ser incluso acechada por el Bolton, que ganó en casa del Wigan (ojo, Latics, ojo) con doblete del iraní Teymourian y un gol de Anelka.
Por último, el Liverpool se asienta en la tercera plaza, y con el billete para semifinales de Champions asegurado, vive quizá su mejor momento de la temporada. Benítez se permitió hasta reservar jugadores en su visita al difícil feudo del Reading, pero un cabezazo de Kuyt les hizo sumar tres puntos que casi ni buscaron con ahínco. Antes, Arbeloa, titular en el lateral, se había estrenado como goleador en Inglaterra, y ya se había comprobado que la clave de la batalla estaba en el centro del campo: el oficio y el físico de Sissoko y Mascherano terminó imponiéndose a las ganas y el derroche de Sidwell y Harper.


En uno de los Scudettos más insípidos que uno recuerda, nos quedan pocas cosas de verdadero interés por desvelar: si el Inter terminará invicto y con cien puntos, si el Milan llegará a la cuarta plaza y con cuántos goles de Ronaldo, si Ranieri salvará al Parma, …
La segunda duda quedó algo más clara el sábado; el Milan ganó al Empoli, convertido por el gran trabajo de su técnico Cagni y de su modesta plantilla en candidato a Europa, pese a la salida de Tavano en verano. Un gol de Ronaldo abrió el camino; fue una jugada “marca de la casa”, pero a dos o tres velocidades menos: tres bicicletas y disparo seco a gol. Una gran acción de Gilardino, que demuestra que el área es su hábitat natural y el remate (con todas las artes que lo complementan: control, zafarse, desmarque en corto, …) su especialidad neutralizó el posible efecto del golazo de Saudati (que demostró otra cosa: defendiendo en su área, el Milan es realmente vulnerable). Derroche físico de Brocchi, que hizo de Gattuso con brillantez para que Pirlo y Kaká metieran el miedo justo al Empoli y éstos no pudieran echar atrás a los de Ancelotti. La cuarta plaza, más cerca que nunca…
… porque además el Palermo sigue de capa caída. Los de Guidolin (peligra su puesto) suman nueve jornadas sin vencer; de hecho, no lo hacen desde la negra noche del derbi siciliano en Catania. Esta vez, pese a las bajas (a las de Amauri y Corini, se unieron Simplicio y Zaccardo), el choques e les puso de cara nada más empezar con el gol de Bresciano al Cagliari. Pero si algo le falta ahora al Palermo es determinación y dominio de los tiempos, y los sardos se aprovecharon de ello y de la fragilidad defensiva, aumentada tras la injusta roja a Biava en la primera mitad, que todo hay que contarlo.
Pepe y Suazo, una pareja de armas tomar que mantiene al Cagliari lejos de las apreturas del año pasado, se bastaron para hacer saltar el mermado sistema defensivo siciliano y para confirmar que la temporada se le está haciendo verdaderamente larga al Palermo.
La Roma sigue a lo suyo: ganar con el mínimo esfuerzo, centrados en el choque de vuelta en Old Trafford de mañana. Spalletti alineó en Catania un once “a lo Quique”, con numerosas novedades (Ferrari por Chivu, Rosi en el lateral izquierdo, Faty en el pivote, Wilhelmsson, Tavano y Vucinic en el ataque) y la apuesta le salió bien, porque Tavano sigue demostrando que es mucho mejor jugador de lo poco que vieron en Mestalla y porque los sicilianos poco tienen que ver con el equipo fresco de la primera vuelta.
El Inter empató su quinto partido de la temporada en Reggio Calabria ante una necesitadísima Reggina. A las ausencias consabidas de Vieira, Maxwell e Ibrahimovic se unió a última hora la de Stankovic, por lo que Mancini optó por la línea de tres medios más conservadora: Zanetti-Dacourt-Cambiasso, con Figo con libertad tras los puntas. Al Inter le faltó llegada y presencia atacante, y la Reggina, mermada también en la transición ofensiva por la baja de Pasquale Foggia, estuvo acelerada e imprecisa.
La Lazio sigue como un tiro (equipo Champions sí o sí, regresará a la élite un clásico) y Rossi salvando el cuello al Parma de Ranieri: otro gol agónico del joven punta cedido por el ManU que alivia a los parmesanos.
Fotos: AFP, www.premierleague.com, AP

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