Así se gana una Premier.

Escribo sin saber qué hace el Chelsea, porque no me va a dar tiempo a ver completo el partido en directo, pero el título de la Premier se acerca un poco más a Old Trafford después del gran clásico de este mediodía. El Manchester United ha ganado en Anfield con un gol en el descuento de O´Shea y lo ha celebrado como si del mismo título se tratara. Por segunda semana consecutiva, Ferguson y los suyos han sufrido mucho ante un rival que les ha puesto contra las cuerdas (aunque con condicionantes diferentes) y han salido indemnes con dos goles en el último suspiro del partido.

La verdad es que el Liverpool ha jugado más, ha mostrado mayor ambición y ha sido superior al líder de la Premier, pero ha salido derrotado. Benítez no ha reservado a casi nadie y ha puesto en liza un once a la altura de un partido tan trascendente, con una zaga titular, Sissoko y Xabi Alonso en el eje, con Gerrard en la derecha y Mark González en la izquierda, y Bellamy formando pareja arriba con Kuyt. En el ManU, lo único llamativo ha sido la titularidad de Larsson en detrimento de Saha, teniendo en cuenta que el sueco está a veinte días de regresar al Helsingborgs.

Una clave ha estado en el perfil derecho del Pool: Gerrard se iba al centro con mucha libertad a ayudar a los pivotes y Evra encontraba campo para subir, quizá "invitado" a ello por Benítez. El caso es que Bellamy ha buscado la espalda del francés todo el tiempo, ha arrastrado a Vidic a esa encerrona, y ha hecho daño constantemente, superando al central serbio, que ha hecho el peor partido que yo le haya visto con el ManU.

El Liverpool ha ido de menos a más, le ha quitado la pelota al Manchester hasta descabezarle, pues los de Ferguson no están hechos para el trabajo de presión, le ha obligado a iniciar las contras muy atrás y ha ido elevando el nivel de sus ataques hasta encerrar a su rival en su propia área al final de la primera parte y en los inicios de la segunda.

Gerrard ha hecho un partido sublime, completísimo, casi omnipresente; ha iniciado casi todos los ataques, ha culminado algunos y ha sido el más eficaz en el trabajo de robo y presión. Con Bellamy entretenido en desarmar la defensa de Ferguson por su flanco izquierdo arrastrando a Vidic, al Pool le ha faltado más precisión en el pase y mayor llegada de Sissoko y Alonso, y más presencia de un Kuyt que sigue sin dar lo mejor de sí mismo si se siente solo pisando el área.

Después de fracasar todos los intentos ofensivos de los "reds", el partido se ha endurecido y el árbitro Atkinson ha contribuido (su actuación no ha sido acertada, pues tampoco señaló un claro penalti sobre Saha), al no expulsar a Carragher primero, tras clavarle un taco a Rooney en el muslo y abrirle una espectacular herida, y a Neville después, en una entrada sobre Pennant. Tanta tensión en los cruces derivó en un puñetazo al aire de Scholes a Xabi Alonso que sí valió la roja y que seguramente se podría haber evitado.

Cuando el Liverpool rumiaba un empate que sabía a poco y el Manchester United hacía cuentas con un sabroso punto, llegó la falta lateral señalada sobre Giggs y el gol de O´Shea en el rechace que representa un segundo pedacito de Premier League que consiguen las huestes de Ferguson, tras el gol de Ronaldo en Craven Cottage la semana pasada.

Foto: Getty Images